Hvar

Hvar

"Si Mykonos es la Ibiza griega, aquí os presento a la Ibiza croata"

Para animar al personal a venir hasta aquí no tengo más que decir que ha sido elegida como una de las 10 islas más bellas del mundo por la revista Traveller. Creo que eso es suficiente para atraer a cualquiera, pero ya sabéis que soy un profesional, y aparte de convenceros mi labor es informaros, así que vamos ver qué puede ofrecernos esta alargada y estrecha isla situada en el Mar Adriático conocida también como "la Capri Croata" (En los años 70 se la denominaba "la Madeira Yugoslava")

¿Qué nos vamos a encontrar en Hvar?

1) Pues en primer lugar puede que os tropecéis con alguna celebrity como Tom Cruise, Sharon Stone, Bill Gates, Steven Spielberg o Estefanía de Mónaco que últimamente se dejan caer por aquí. Y es que Hvar es uno de los destinos favoritos de algunos famosos y parada obligada de los millonarios que cruzan el Mediterráneo en sus embarcaciones.
Pero no os preocupéis, a Hvar podemos ir todos. Yo fui y tengo menos glamour que una polilla con smoking y una cuenta corriente más pelada que la minga de un mandril.
(los precios no son desorbitados y hay alojamientos para todos los bolsillos)

2) Estamos en una isla así que uno de sus puntos fuertes es el mar.
No posee playas de arena pero lo compensa con calas preciosas de aguas transparentes. (Predomina el canto rodado)
Hay muchas por ahí perdidas, busca la tuya y disfruta de la calma que se respira. En algunas de ellas podrás practicar nudismo.
En el puerto de Hvar puedes alquilar una barca o utilizar los servicios de barcotaxis que recorren la isla y que también te llevan a los islotes cercanos (5€ por servicio aprox).
Un bote con motor sale más caro pero también es verdad que te da mucha más libertad (50€/día).
Aprovecha para explorar el Archipiélago de Pakleni, un grupo de islotes situados frente al puerto de Hvar en los que encontrarás rincones preciosos. También es un lugar muy recomendable si te gusta el submarinismo.
Debido a sus abruptas costas se las conoce también como "islas del Infierno" o "Las Islas Diabólicas", pero no os dejéis influir por el nombre porque son un auténtico paraíso.

3) Es una de las islas más boscosas que hay por la zona, pero la reina indiscutible si hablamos de flora es la lavanda, que además de embellecer el paisaje con su llamativo color morado, perfuma el ambiente con su agradable olor.
El cultivo y la elaboración de esencias de lavanda es una de las actividades más importantes de Hvar. Podrás adquirir productos relacionados con ella en muchos lugares.

4) Y ya que hemos hablado de ambiente, no hay ninguno en toda la isla como el de su capital, sobre todo en las noches de verano. Todavía no llega al nivel de marcha de Ibiza o Mykonos pero no está nada mal.
Empieza con una cervecita en los bares del puerto y luego pásate a las copas en alguna de sus discotecas (o unos refrescos, no quiero que me toméis por un alcohólico no anónimo).
Entre los locales más conocidos se encuentran Veneranda Club, espacioso y con muy buen ambiente, Carpe Diem, uno de las más populares y repleto de gente guapa, y el Top Bar, donde podrás tomarte algo disfrutando de una buena panorámica, ya que se encuentra situado en lo alto del Hotel Adriana.
Nosotros comenzamos la noche en le Café Bar Sidro, donde estuvimos muy cómodos y donde al pedirles algo de música española nos pusieron a los incombustibles Gipsy Kings que animaron el cotarro, o bueno, tal vez a eso ayudaron también los mojitos que llevábamos en sangre.

5) Pero Hvar capital no es sólo juerga, es una localidad de gran belleza que atesora un rico patrimonio.
El casco viejo es un laberinto de callejuelas encantadoras de piedra color marfil por el que debes perderte.
Seguro que tarde o temprano desembocas en la Plaza de San Esteban, la más grande de Croacia y sin duda el corazón de la ciudad. En ella se sitúan varios edificios importantes como el Palacio Episcopal y el Teatro Viejo, llamado así por ser el primer teatro municipal que se construyó en Europa (1612). Pero el monumento más importante que alberga es la Catedral de San Esteban (s.XVI), considerada la más grande y bella de Dalmacia.
Esta plaza empedrada con grandes losas y abierta al puerto donde atracan los yates de lujo, es el lugar ideal para sentarse en alguna terracita y observar al personal.

Junto al mar se encuentra el Convento Franciscano de Santa María de la Misericordia (1465), que alberga en su interior interesantes frescos renacentistas entre los que destaca uno de la Última Cena (s.XVII), en el que se observa un extraño rostro en la parte inferior izquierda. (Está permitido hacer fotos). También merece la pena visitar su iglesia y el coqueto jardín, que posee un ciprés de cuatro siglos.
La ciudad está dominada por la Fortaleza Española, conocida así porque a su construcción colaboraron ingenieros de nuestro país, y por el Fuerte de Napoleón (1811).
Sube al atardecer y disfruta de una vistas espectaculares.

6) Stari Grad es la segunda ciudad más importante de la isla  y está situada a unos 20 Km de Hvar capital (autobús 2€ aprox). Es casi de su mismo tamaño, y aunque posee muchos restaurantes y cafés sobre todo en la zona del puerto, le falta algo de vidilla nocturna, así que si buscas tranquilidad ésta puede ser tu opción. Eso sí, en cuanto a monumentalidad no tiene nada que envidiarle. Cuenta con varias iglesias medievales, un monasterio que alberga un museo y algunos palacios, la mayoría en las inmediaciones de la Plaza Skor.
En Stari Grad tenéis que probar el Baklava, un dulce típico hecho con nueces trituradas.
Su playa también es muy recomendable, sobre todo si te gusta hacer snorkel.

Otros lugares:

No teníamos mucho tiempo y no pudimos conocer muchos más sitios de la isla, pero antes de volver al ferry quisimos parar en alguna playa para darnos un chapuzón. Nos detuvimos en Milna, una pequeña localidad portuaria situada en una bahía protegida de la costa sur. (A unos 6 Km de Hvar capital). Es un lugar tranquilo y familiar que cuenta con cuatro playitas, una de ellas sólo accesible por mar.
Al oeste de Milna se sitúa la residencia de verano más bonita de Hvar, una construcción barroca del s.XVII perteneciente a la familia Ivanic.
(Son descendientes de Matija Ivanic, que condujo una rebelión en Hvar contra los nobles y los venecianos).

De todas maneras, aunque yo no estuviera, os amplío información sobre otras localidades importantes de la isla y algunas de las playas más concurridas.

Por el sur:

Caminando durante 5 minutos junto al paseo marítimo de la ciudad de Hvar, alcanzamos la Playa Amfora, la más grande y popular de la ciudad.  Cuenta con todos los servicios; Hamacas, bar, duchas, barcas de pedales...
Si seguimos andando otros 5 minutos llegamos al Hula-Hula Hvar, donde podemos darnos unos baños y relajarnos bajo una sombrilla tomando un cocktail, mientras esperamos que den las cinco de la tarde y comience la fiesta. (También cuenta con un Restaurante Bubba Gump).
Muy cerca también de la capital, a unos 2 Km, se encuentra Playa Sirena, una tranquila cala rodeada de pinos por su parte sur que también dispone de bar, servicio de hamacas y alquiler de juguetes acuáticos.
Alejándonos un poco más de Hvar (a unos 8 Km), se sitúan las playas de Dubovica y Zarace, ambas protegidas del viento.
Y a unos 12 Km, sobre una escarpada ladera, se ubica el pueblo de Sveta Nedilja, conocido por la elaboración de vino.

Por el norte:

No muy lejos de Stari Grad podemos visitar las localidades costeras de Jelsa y Vrboska, que además de poseer hermosas playas en sus inmediaciones, cuentan con interesantes iglesias, algunas de ellas fortificadas para protegerlas de los ataques piratas.

Otra buena opción es adentrarse en el interior de la isla y conocer algunos pueblecitos de ambiente rural. Brusje y Velo Grablje se encuentran a 6 y 11 Km de Hvar respectivamente. Son pequeñas poblaciones hoy algo abandonadas, que antaño fueron ricas y muy productivas gracias a la elaboración de vino, miel, aceite de oliva y productos de lavanda.

Reportaje de Julio de 2011