Estoril-Cascáis-Boca do Inferno-Cabo da Roca

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Cabo Da Roca

"La Costa del Sol portuguesa tiene mucho que ofrecer. Ven a conocerla"

Se la conoce como la "Costa del Sol" o la "Riviera Portuguesa" aunque los lugareños, a los cuales siempre hay que hacer caso, la llaman "La Marginal"; Pero da igual como se llame, nos encontramos en un lugar exclusivo con multitud de posibilidades, un clima estupendo, playas, jardines, palacios y un montón de cosas más que vamos a descubrir a lo largo de esta ruta.

Nuestra primera parada la haremos en Estoril, "la ciudad de las dos primaveras", y es que su clima suave permite dos periodos de floración al año. Sin duda esta temperatura tan buena atrajo a los ingleses a principios de siglo, los cuales construyeron gran cantidad de bonitas casas de estilo patricio para pasar un invierno más benigno.
La ciudad también acogió a dictadores derrocados y a familias reales en el exilio a quienes Salazar no puso ningún problema en asentarse aquí.
Estoril es una localidad elegante de alto standing, parecida en muchos aspectos a Mónaco o a nuestra Marbella. Ya sabéis, campos de golf, boutiques de primeras firmas, restaurantes de categoría, casas increíbles, coches de lujo... vamos lo típico de gente como yo, a no espera, yo soy más de fútbol, mercadillo, bocata de mortadela en un parque, casa de 30 metros cuadrados y mi Opel Corsa, vale, por un momento me he dajado llevar. Pero la suerte puede cambiar (esperemos que a mejor) si probamos fortuna en su famoso Casino. Es el más grande de Europa, tiene máquinas tragaperras, salas de blackjack, dados, ruletas, restaurantes, espectáculos e incluso una galería de arte. Saca la billetera y mucha suerte!.

El casino se encuentra rodeado de bonitos jardines. En el parque que hay detrás se celebra en Julio y Agosto la feria de artesanía portuguesa; Hay merenderos y espectáculos folclóricos.

Si lo que nos apetece es darnos un baño también podemos pues Estoril cuenta con varias playas; Entre ellas destacamos la de Tamariz, frente al casino, Sao Joao y Sao Pedro.
En cuanto a los monumentos que podemos ver tenemos la Iglesia de Santo Antonio, construida en el s.XVI aunque reconstruida en el XVIII debido a un terremoto. Destaca el frontal barroco y los azulejos que la revisten. El otro edificio que vamos a visitar es el Paços do Concelho, un antiguo palacio que aún conserva sus bonitos azulejos.

Dejemos Estoril para acercarnos a su vecina Cascais, la cual personalemente me gustó más.
La mejor forma de llegar es por el paseo marítimo que une ambas localidades. (Menos de 2 km, yo lo recomiendo)
Si no te ves con fuerzas puedes coger el tren que te llevará en un momento.

Cascais es una ciudad acogedora y animada. Sus primeros habitantes fueron pescadores muy orgullosos de habérsela arrebatado a los moros. Poco a poco la ciudad fue creciendo y su puerto adquiriendo mayor importancia, de hecho, fue uno de los primeros en poseer faro.
Pedro I le concede el título de "Villa" en 1364 y empieza su época de mayor esplendor como centinela de Lisboa y de los barcos cargados de oro que venían del nuevo mundo.
Un terremoto sufrido en 1755 y la ocupación francesa durante la guerra con Napoleón hizo que el crecimiento de Cascais se estancara un poco.
Pero en 1870 el rey Luis I decide convertirla en su residencia de verano para darse unos bañitos. Muchos nobles siguieron la moda y construyeron hermosas mansiones decoradas con azulejos, también se mejoraron las comunicaciones. Comienza así un boom turístico que no ha dejado de crecer, aunque ahora las bellas mansiones han dado paso al siempre fino y elegante hormigón que ocupa cualquier espacio libre que pueda quedar.

Cascais es un destino perfecto durante todo el año debido a ese clima tan suave que caracteriza este litoral. La ciudad nos obsequia con playas urbanas de aguas limpias como la de la Concepción, Rainha y la Riveira entre otras, calles peatonales llenas de restaurantes, bares y tiendas,  plazas repletas de vitalidad como la de Camoens o parques realmente bonitos como el de Gandarinha, un buen lugar para pasear rodeado de vegetación, algunos animalitos, zona infantil y un hipódromo.
Junto al parque se sitúa el Museo Condes de Castro Guimaraes (1.70€. Domingos gratis), ubicado en un precioso palacio de principios del s.XX. Alberga pinturas nacionales e internacionales, vestigios arqueológicos y una fantástica biblioteca.

Todos los monumentos importantes que podemos ver en Cascais se encuentran relativamente cerca unos de otros. Podemos comenzar en la Cidadela, construida por Felipe I en el s.XVI para la defensa marítima de Lisboa.  La cidadela se compone de la Fortaleza de Nuestra Señora de la Luz, una Torre fortificada, la Ermita de la Virgen de la Victoria y un Museo al aire libre en el que se exponen piezas de artillería.
Enfrente se halla la Iglesia Matriz o Iglesia de Nossa Senhora de Assunçao del s.XVI. Destacan los azulejos del s.XVIII, las tallas de los altares y las pinturas del s.XVII de Josefa Óbidos.
Muy cerca, en el Jardín da Parada, está el Museo del Mar, en el que descubriremos mucho acerca de la historia de la localidad, también hay restos de naufragios y tesoros recuperados en las profundidades marinas de su costa.

Además de la Iglesia Matriz, hay dos templos más que merecen mención, la Iglesia de los Navegantes y la Iglesia de la Misericordia.
La primera, de estilo barroco, es de planta octogonal revestida como no con azulejos azules y blancos. La segunda se levantó en el s.XVII pero debido a los desperfectos sufridos durante el terremoto de 1755 se reconstruyó en sl s.XVIII.

Un buen lugar para dejarse caer es la Marina de Cascais, situada detrás de la Cidadela; Tiene mucho ambiente, restaurantes, bancos, supermercados.. da gusto pasear por los muelles viendo los barcos e incluso si hay suerte podremos ver delfines.
Muy cerca de la Marina se levanta el Faro de Santa Marta de 1868 y 20 metros de altura.

La siguente parada que teníamos programada en nuestra ruta no se encuentra muy lejos de aquí. Se trata de la Boca do Inferno, un lugar que a pesar del nombre no tiene nada que ver con la entrada a la casa del diablo. Simplente es una oquedad producida por el agua del mar que cuando las olas rompen producen un ruido un tanto infernal (Hay que tener suerte, si hay poco oleaje no se oye "na de na"). El lugar es muy turístico y hay puestecillos donde podrás comprar recuerdos.

A unos 7 km. de la Boca do Inferno por la EN 247-8 está la Playa do Guincho, una de las más concurridas de esta parte de la costa. Es el lugar ideal para los surfistas por el viento que sopla y en ella organizan diferentes campeonatos relacionados con estas modalidades. En verano está muy llena pero hay que ser precavido pues las corrientes de esta zona son peligrosas.

El final de nuestro viaje ha llegado, y que mejor lugar para acabar que el Cabo da Roca, un acantilado con una caída de 145 m. que además es el punto más occidental del continente europeo (sin contar las islas claro). En la oficina de turismo puedes comprar un diploma (unos 5€) que acredita que has estado aquí. A mi la verdad con saberlo y tener un par de fotillos me vale.

Reportaje de Octubre de 2007

Para salir de marcha ambas ciudades tiene buenos reclamos. En Estoril el punto fuerte es el Casino donde hay conciertos y espectáculos todas las noches, además, en el mismo edificio está la Discoteca Jézebel.
Al salir podemos ir a los bares de la Playa de Tamariz a quemar los últimos cartuchos.
Cascais también cuenta con una excelente vida nocturna, lo mejor es empezar en uno de los bares de la Plaza Camoes, en pleno centro, y luego dirigirnos a la Marina o ir al Coconuts situado en la Avda. Rei Humberto II de Italia nº 7. www.nuts-club.com