Elvas

Acueducto de Amoreira

"Una auténtica plaza fuerte curtida en mil batallas"

Si tienes pensado algún día invadir una ciudad (cosa que no deberías hacer porque está muy feo) no te recomiendo Elvas, pues se trata de una de las ciudades más protegidas de Portugal.
Así lo atestiguan sus murallas del S.XVII que la rodean por completo  con sus bastiones, fosos y todas esas cosas. 
Si consiguieras atravesar ese perímetro, en el interior te aguarda parte de la muralla fernandina y los restos de una muralla árabe, con lo que la cosa está difícil. Pero si eres de esos que no se rinden fácilmente, debes saber que a todo eso hay que añadir dos fuertes ubicados en las inmediaciones, el de Santa Luzia en el sur y el de Da Graça en el norte (por cierto, desde éste último hay unas bonitas vistas de la ciudad). Así que no lo pienses más, déjate de invasiones y ven en son de paz a gozar de esta magnífica localidad.
Y... ¿a qué se deben todas estas defensas?. Primero sufrió innumerables batallas durante la reconquista hasta que se la arrebataron a los árabes en 1229 y luego, en vez de vivir un rato en paz, ale, seis siglos de lucha contra los españoles.
Pero bueno, por suerte todo eso ha pasado y ahora podemos disfrutar de todo lo que nos ha dejado esa historia tan intensa.

A la entrada de Elvas nos toparemos con el increíble Acueducto de Amoreira comenzado en 1498. Con aproximadamente 7 km. de longitud y más de 800 arcadas, es uno de los más altos de Europa; Pero lo mejor de todo es que aún trae agua a la ciudad.

Hay que atravesar la Torre del Reloj (s.XVI, vestigio del antiguo ayuntamiento) para alcanzar la Plaza de la República, el corazón de la ciudad e inicio de nuestra ruta. Aquí se encuentra la Oficina de Turismo y la mayoría de cafés y restaurantes. Al otro lado de la plaza se halla la antigua Sé (Catedral), conocida como la Iglesia de Nuestra Señora de Assunçao. Fue construida en el s.XVI en estilo manuelino aunque se reformó gran parte en el s.XVIII y se añadieron detalles barrocos.
Toma la calle que hay a la derecha de la catedral hasta el largo de Santa Clara. Se trata de un bonito lugar rodeado de residencias nobiliarias que se mezclan con los restos de la muralla árabe del s.X.
Aquí también podemos visitar la Iglesia de la Consolaçao construida en el s.XVI en estilo renacentista. Cabe destacar en su interior la cúpula cubierta por hermosos azulejos del s.XVII. Sube al balcón y disfruta de una buena vista de la ciudad y del Acueducto de Amoreira.
En medio de la calle se ubica el Pelourinho (Picota), de estilo manuelino que simboliza el poder municipal.
Un poco más arriba atravesaremos la Porta do Templo o Dos Santos, perteneciente a la antigua muralla árabe, para adentrarnos en el barrio más viejo y pintoresco de Elvas. Pasaremos junto a la Iglesia de la Alcazaba y a su izquierda, la calle con más encanto de la localidad, la Rua das Beatas, con sus alegres casitas blancas y amarillas adornadas con multitud de flores.
Al final del camino alcanzamos el Castillo, (entrada gratuita) construido por Sancho II en el s.XIII sobre una estructura árabe anterior. Más tarde, en el s.XV, fue reformado  por D. Joao II.
En su interior hay un pequeño Museo Militar.

Hasta aquí podríamos considerarlo como la ruta imprescindible pero si aún quieres más ahí va la segunda parte:

Al salir del castillo ve hacia la izquierda y atraviesa el Arco do Miradeiro, bajarás por unas escaleras por las que podrás ver el patio de la centenaria Sociedade de Instruçao e Recreio. Toma la rua dos Quartéis da Corujeira, tras el Cementerio de los Ingleses llegarás al Largo dos Terceiros donde se halla la Iglesia de San Francisco (s.XVIII). No lejos de aquí otra Iglesia, la de San Pedro, con su pórtico románico-gótico, y al ladito, la Plaza de San Vicente y su Fuente del s.XVI.
Ve por la rua Sá da Bandeira, pasarás junto al Arco de Sra. da Encarnaçao y alcanzarás la Fuente de San Lorenzo (s.XVIII) y la Iglesia del mismo nombre.
Dirígete ahora hacia la Iglesia más grande de Elvas, la Iglesia de S. Domingos, con cabecera de estilo gótico del s.XVIII y azulejos barrocos. Al salir ve por la rua do Guarda y toma la segunda calle de la izquierda para llegar al Colegio Jesuita de S. Tiago en el que se ubica un pequeño Museo Arqueológico y etnográfico muy interesante.
Al lado está la Iglesia do Salvador en la que destaca su talla dorada.
Dirijamos nuestros pasos hacia la muralla del s.XVII que proteje toda la ciudad, allí, desde la Porta de Olivença se puede observar perfectamente el Fuerte de Santa Luzia. Continúa por el recinto amurallado hasta la Porta de Évora en donde nos volvemos a introducir en la ciudad para llegar al Largo 25 de Abril donde está la Fuente de la Misericordia, por la que brotó agua por primera vez en 1622 traída por el Acueducto. Por la rua Alferes C. Pinto veremos uno de los "passos" del s.XVII y más adelante la imponente Torre Fernandina. Por las escaleras que hay al lado de la torre encontramos otro "passo" esta vez del s.XVIII.

Reportaje de Octubre de 2007

Puedes comer bien en la Taberna do Adro situada en el Largo Joao Dias de Deus, 1.