Vipiteno (Sterzing en alemán)

"Un bonito pueblo en un precioso enclave"

Íbamos en furgoneta 6 amiguetes y yo de Milán a Innsbruck (era la primera etapa de un viaje mucho más largo).
Estábamos por el norte de Italia y el panorama que se veía en los laterales de la autopista era una maravilla e iba mejorando según nos adentrábamos en los Alpes Italianos; Verdor intenso, ríos increíblemente limpios e impresionantes montañas, se iban alternado con pequeñas localidades y casas dispersas por el campo.

Era hora de parar un rato a descansar y disfrutar un poco más cerca de ese precioso paisaje (y por supuesto a repostar, pero no gasolina para el coche, si no unas cervecitas para nosotros), así que Vipiteno fue el lugar elegido (pero de casualidad).

A la entrada vimos un bar y para qué buscar más, perfecto.
Después de las birras decidimos dar un breve paseo. Nos encontrábamos a las afueras, pero aquí pudimos ver la Iglesia Parroquial (1417-1525), decorada con frescos del s.XVIII.
Por esta zona también se sitúa el Hospital Cívico, fundado en 1241 aunque restaurado en parte en el s.XVI.

Cogimos la furgoneta de nuevo y seguimos nuestro camino. Yo creía que ya estaba todo más menos visto pero me confundí. Luego al investigar un poco para hacer el reportaje descubrí que esta localidad de origen romano y atravesada por el río Isarco todavía tenía mucho que ofrecer.
Aparte del gran valor ambiental en el que está situada, Vipiteno nos ofrece una interesante oferta monumental.
 

Su calle principal, la Vía Cittá Nuova, esta flanqueada por terracitas donde tomar algo y palacetes de los s.XV-XVII entre los que destaca el Palazzo Comunale, de estilo gótico tardío y en cuyo interior se pueden ver pinturas y esculturas de los s.XV y XVI.
También hay que mencionar el Palacio Jöchlsthurn porque alberga el Museo Provinciale delle Miniere (minería).
Al final de la avenida se eleva la elegante Torre de la Ciudad (s.XV aunque reconstruida en el XIX).
Visita también la Iglesia gótica del Espíritu Santo, que posee frescos de Giovanni de Brunico (s.XV), y el Museo Multscher (junto a ella), en el que destacan las 4 puertas procedentes de la Iglesia Parroquial pintadas por Hans Multscher en 1458 con escenas de la pasión de Cristo y la virgen María.

Por los alrededores hay varias fortalezas a las que te puedes acercar como el Castillo Tasso, el Pietra, el Strada o el Palú.

Reportaje de Enero de 2015